El propósito del tratamiento y protocolos llevados a cabo en las terapias regenerativas con Plasmas Ricos en Plaquetas (PRP) es visibilizar de manera segura y con procedimientos clínicos y médicos especializados, si las quemaduras o cualquier otro problema en la piel (como por ejemplo el acné crónico) puede ser tratado con PRP.
En primer lugar, un factor determinante a la hora de aplicar el tratamiento con plasma a pacientes con quemaduras de segundo y tercer grado, es conocer el nivel de daño en el tejido, de este modo, se podrá establecer cuál es el proceso de la curación de la quemadura o lesión, para generar un resultado efectivo y con cambios notorios. Según distintos estudios científicos, se ha demostrado que este tipo de terapias han sido efectivas en zonas de alto riesgo como la cara (donde la evolución con el PRP es rápida en la mayoría de los casos) y también en otras partes del cuerpo (donde se evidencia mayores resultados en menor tiempo en partes como el abdomen). Así mismo, el tratamiento de Plasma ha demostrado con la experiencia de diversos pacientes en múltiples estudios que el tiempo de hospitalización se reduce al implementar el PRP para pacientes con quemaduras de sugundo grado, especialmente.
En conclusión, creemos que el uso de PRP acorta el tiempo de recuperación en quemaduras de segundo grado, reduce el tiempo de hospitalización y conlleva un alto grado de satisfacción de los pacientes por los resultados obtenidos.