Preparación para la citología

La citología es una prueba médica que consiste en tomar una muestra de células de una parte del cuerpo para analizarlas al microscopio y detectar posibles anomalías o enfermedades. La citología más conocida y frecuente es la citología cervical o de Papanicolau, que se realiza en el cuello del útero para prevenir el cáncer de cérvix. Sin embargo, existen otros tipos de citologías que se pueden hacer en otras zonas, como la orina, el ano, la vagina o la boca. En este artículo, te explicaremos cómo prepararte para una citología, según el tipo y el objetivo de la prueba.

¿Qué es una citología y para qué sirve?

Una citología es un examen sencillo, rápido e indoloro, que se puede realizar en una consulta médica o en un laboratorio clínico. Consiste en extraer una pequeña cantidad de células de una superficie o un líquido corporal mediante un raspado, un frotis, un cepillado o una aspiración. La muestra se coloca sobre un portaobjetos de vidrio y se tiñe con colorantes especiales para resaltar las características celulares. Luego, se observa al microscopio para identificar las células normales y las anormales.

La citología sirve para diagnosticar o descartar diversas enfermedades, especialmente el cáncer. Al examinar las células al microscopio, se puede determinar si hay cambios en su forma, tamaño, número o disposición que indiquen un proceso inflamatorio, infeccioso, precanceroso o canceroso. La citología también puede ayudar a clasificar el tipo y el grado de malignidad de un tumor, así como a evaluar la respuesta al tratamiento.

¿Qué tipos de citologías existen?

Existen diferentes tipos de citologías según la zona del cuerpo donde se toma la muestra y el método que se utiliza para obtenerla. La más común es la Citología cervical o de Papanicolau y la citología vaginal, a continuación te ampliamos la información.

Citología cervical o de Papanicolau

Es la prueba que se realiza en el cuello del útero para prevenir el cáncer de cérvix. Se hace mediante un raspado suave con una espátula o un cepillo especial que recoge las células del exocérvix (la parte externa del cuello uterino) y del endocérvix (el canal que comunica con el útero). La muestra se puede fijar con un líquido especial (citología líquida) o con un aerosol (citología convencional). Esta prueba permite detectar lesiones precancerosas causadas por el virus del papiloma humano (VPH), así como infecciones por otros microorganismos.

Citología de orina

Es la prueba que se realiza en la orina para detectar anomalías en las vías urinarias. Se hace mediante una recolección de la primera orina de la mañana o después de dos horas sin orinar. La muestra se centrifuga para separar las células del líquido y se tiñe con colorantes especiales. Esta prueba permite detectar inflamaciones, infecciones o tumores en los riñones, los uréteres, la vejiga o la uretra.

Citología de intravaginal

Es la prueba que se realiza en la vagina para detectar alteraciones en la mucosa vaginal. Se hace mediante un frotis con un hisopo o un cepillo que recoge las células del fondo de la vagina. La muestra se fija con un líquido especial o con un aerosol. Esta prueba permite detectar infecciones por hongos, bacterias o parásitos, así como lesiones precancerosas o cancerosas en la vagina.

Citología anal

Es la prueba que se realiza en el ano para detectar anomalías en el canal anal. Se hace mediante un frotis con un hisopo o un cepillo que recoge las células del borde del ano. La muestra se fija con un líquido especial o con un aerosol. Esta prueba permite detectar infecciones por VPH u otros microorganismos, así como lesiones precancerosas o cancerosas en el ano.

Citología por aspiración

Es la prueba que se realiza en una masa o un órgano para obtener células del interior. Se hace mediante una aguja fina que se introduce en la zona a estudiar y se aspira el material celular. La muestra se coloca sobre un portaobjetos de vidrio y se fija con un líquido especial o con un aerosol. Esta prueba permite diagnosticar tumores o quistes en órganos como la tiroides, el hígado, el páncreas, el pulmón, el seno o los ganglios.

¿Cómo prepararse para una citología?

La preparación para una citología depende del tipo de prueba que se vaya a realizar y de las indicaciones del médico. En general, se recomienda seguir estas pautas:

Preparación para la Citología cervical o de Papanicolau

Las principales recomendaciones esta en evitar tener relaciones sexuales, usar duchas vaginales, óvulos, cremas o tampones, y tomar medicamentos que contengan estrógenos o progesterona al menos 48 horas antes de la prueba. También se debe evitar hacer la prueba durante la menstruación o los días previos o posteriores a la misma. Se debe informar al médico si se está embarazada o si se tiene alguna alergia al látex.

Preparación Para la citología de orina

Se debe recoger la primera orina de la mañana o después de dos horas sin orinar. Se debe lavar la zona genital con agua y jabón antes de orinar y descartar el primer chorro de orina. Se debe recoger la muestra en un recipiente limpio y seco y llevarla al laboratorio lo antes posible. Se debe informar al médico si se está tomando algún medicamento que pueda alterar el color o la composición de la orina.

Preparación Para la citología intravaginal

Se debe evitar tener relaciones sexuales, usar duchas vaginales, óvulos, cremas o tampones al menos 48 horas antes de la prueba. También se debe evitar hacer la prueba durante la menstruación o los días previos o posteriores a la misma. Se debe informar al médico si se está embarazada o si se tiene alguna alergia al látex.

Preparación Para la citología anal

Se debe evitar tener relaciones sexuales anales, usar duchas anales, supositorios o cremas al menos 48 horas antes de la prueba. También se debe evitar hacer la prueba si se tiene diarrea, hemorroides o fisuras anales. Se debe informar al médico si se está embarazada o si se tiene alguna alergia al látex.

Preparación Para la citología por aspiración

Se debe informar al médico si se tiene alguna alergia a los anestésicos locales o a los antisépticos. También se debe informar si se está tomando algún medicamento que pueda alterar la coagulación de la sangre, como aspirina, anticoagulantes o antiinflamatorios. Se debe seguir las instrucciones del médico sobre si es necesario estar en ayunas o no antes de la prueba.

¿Qué esperar después de una citología?

Después de una citología, se puede retomar la actividad normal sin ninguna restricción, salvo que el médico indique lo contrario. Es posible que se presente algún sangrado leve, manchado o molestia en la zona donde se tomó la muestra, que suele desaparecer en unos días.

Se recomienda mantener una buena higiene y evitar las relaciones sexuales hasta que los síntomas mejoren.

Los resultados de una citología suelen estar disponibles en unos días o semanas, dependiendo del tipo de prueba y del laboratorio. El médico explicará el significado de los resultados y las posibles opciones de tratamiento si es necesario. Los resultados pueden ser normales (sin alteraciones celulares), anormales (con alteraciones celulares leves, moderadas o severas) o insatisfactorios (con muestra insuficiente o inadecuada para el análisis).

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